Un libro desnudo ante la mirada crítica de una veinteañera.
A decir verdad ni el título ni la lectura inicial de algunos capítulos en clase me unieron a este libro, empecé su lectura sin ganas, es más, estaba leyéndome otro libro que a distancia me parecía mucho más intrigante, pero sin comerlo ni beberlo me ví obligada a leerlo.
Al principio todo eran pegas: que si un treinteañero sin ambiciones, que si un pervertido total, que si un profesor de matemáticas, y para más INRI, ¡Un profesor de matemáticas! Aquella asignatura que tanto odiaba.
Intenté por todos los medios dejar el primer capítulo leído y con algo más de intrigación por mi parte, y bueno, he de admitirlo el libro no estaba tan mal, vale me gusto bastante, y tanto que en tan sólo dos tardes me lo comí.
Este chico nos permite saber cómo son los/as teinteañeros/as españoles/as en su mayoría, pienso que lleva en su alma un trocito de todos nosotros/as, esa parte de indeciso pero a la vez de seguro, de vago pero a la vez de activo, de tímido pero también de lanzado, de tonto, con perdón por la expresión, también de listo..., y así podría seguri sin parar, pues en este personaje se reencarnan multitud de personalidades distintas, con lo cual de una forma u otra nos podremos ver totalmente reflejados/as en él.
Cuando piensó en cómo actúa en cada uno de sus quehaceres habituales, tengo la sensación de que me choco con un personaje cómico propio de películas como Colega dónde está mi coche o bien Algo pasa con Mary, ya que se unen los problemas habituales de un muchacho de treinta años de edad con el humor y la ironía que muchas veces le falta a la vida, pues no todo es negro ni todo es blanco sino que el gris es un color central, un color que siempre debería estar presente en nuestras vidas, un color del que jamás deberemos divorciarnos un color que nos dure toda la vida, como el matrimonio, o bueno las parejas de hecho, para que nadie se vea afectado/a.
Pero este libro es mucho más trascendental, no sólo se dan a la luz los problemas de un ciudadano habitual, sino que también es una forma implícita se protesta en contra del asesinato, de la violencia de género, ya que actualmente parece ser que todos/as defendemos las campañas contra este tipo de violencia, pero ¿se están tomando medidas adecuadas para la prevención de la misma? Es ahora cuando estamos más involucrados/as en estos temas, y para ello ha hecho falta que mueran un número más que considerable de mujeres en manos de sus monstruosos maridos/novios.
A la sociedad actual aún le queda mucho por aprender y aunque demos pasos de enanitos, pasos son en definitiva.
A la sociedad actual aún le queda mucho por aprender y aunque demos pasos de enanitos, pasos son en definitiva.
Con lo cual este libro nos ayudará a reirnos, a sentirnos en la piel del personaje, a ser conscientes de la vida de un treinteañero de la sociedad española, y a ver cómo en un mundo de tragedias, penas, desgracias y negativas, la vida sigue, las personas viven sus pequeñas historias, y no hay nada más importante y valioso en unas manos la vida.
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